"Bancarrota" se verá en Artica, Tafalla, Villava, Zizur Mayor y Mutilva en otoño
La obra de teatro Bancarrota, de Carlo Goldoni, de la productora navarra Acrónica Producciones, que se exhibe el miércoles 29 de julio en el Festival de Teatro Clásico de Olite, se podrá ver el próximo otoño en los escenarios de Artica, Tafalla, Villava, Zizur Mayor y Mutilva, todos socios de la Red de Teatros de Navarra-Nafarroako Antzoki Sarea (RTN-NAS).
La obra ganó el Premio Gayarre al proyecto escénico y, en paralelo, recibió una ayuda a la producción de 20.000 euros del Gobierno de Navarra para facilitar su exhibición en la Comunidad Foral. Se estrenó el 27 de marzo en el escenario pamplonés. Posteriormente, ha sido programada en el Festival de Teatro Clásicos en Alcalá, en Alcalá de Henares (Madrid).
En concreto, se podrá ver el sábado 3 de octubre en la casa de cultura María de Maeztu de Berrioplano (situada en la localidad de Artica), el sábado 17 del mismo mes en el centro cultural Kulturgunea de Tafalla, el domingo 1 de noviembre en el Teatro de Villava, el viernes 6 de noviembre en la casa de cultura de Zizur Mayor y el domingo 13 de diciembre en la casa de cultura del valle de Aranguren (en Mutilva).
Esta obra poco conocida de Goldoni es estreno absoluto porque no está registrada su representación en España, a pesar de que la Biblioteca Nacional guarda una traducción del siglo XVIII, cuando se escribió. La nueva versión está dirigida por el director italiano Fabio Mangolini, ha sido traducida y adaptada por el dramaturgo pamplonés Álvaro Lizarrondo y tiene en su reparto a Ion Iraizoz (Pamplona, 1979), Naiara Carmona (Rentería, Gipuzkoa, 1985, pero que ha residido en Navarra), Txema de Martín (Pamplona, 1979), Txus Pellicer (Pamplona, 1979), Andrea Soto (Madrid, 1981) y Daniel Llull (La Coruña, 1973). Los cuatro actores navarros trabajan habitualmente en Madrid. La música original es del compositor navarro David Guíndano.
El escritor italiano vuelve a un argumento recurrente en su teatro ya que fustiga a la nueva burguesía que para emular a la nobleza incurre en gastos por encima de sus posibilidades económicas. La acción bascula entre dos familias. La protagonista es la del peletero Pantalone, que está arruinada debido al tren de vida despilfarrador que ha llevado desde que se casó con su segunda esposa, para desesperación del hijo que quiere heredar el negocio y casarse. Pantalone pacta un plan de rescate con la familia de un notario, el doctor Lombardi, de cuya hija está enamorado el chico. La pasión y la codicia arrastran a los personajes a las situaciones más disparatadas. Es una obra de corte cómica que hunde sus raíces en la comedia del arte (4 personajes actúan con máscaras), pero presenta una escenografía moderna dominada por las nuevas tecnologías audiovisuales.
Según Fabio Mangolini, la obra escrita hace tres siglos es, sin embargo, una “gran alegoría contemporánea” y habla, más que de la crisis, “de una manera de vivir basada en el despilfarro”. Según indicó, en Italia la obra se utilizó para caricaturizar la figura de Silvio Berlusconi, pero en este montaje “se convierte en una sátira social mucha más amplia", ha precisado Mangolini, quien, al referirse al proceso creativo, ha considerado que en estos momentos existe la necesidad "de hacer volver al público al teatro" y unir fuerzas. La versión española tiene muchos referentes con la situación económica que sufre España y se cita a políticos y famosos de actualidad, por lo que conecta muy fácilmente con el público.
